septiembre 16, 2016

Tomas un sorbo de té helado, muerdes una barra de chocolate o bebes una sopa caliente y de repente sientes una sensación eléctrica punzante en uno o más de tus dientes que te hace saltar de tu asiento. Tienes "dientes sensibles", un nombre algo suave para lo que puede ser una condición extremadamente incómoda.

Entonces, ¿qué está sucediendo? ¿Por qué tus dientes reaccionan al calor, al frío, a lo dulce o a lo ácido, e incluso a la presión? Los dentistas tienen que actuar como detectives para determinar qué está causando la incomodidad del paciente, ya que los dientes se vuelven sensibles por muchas razones diferentes, desde traumas hasta enfermedades dentales, que pueden destruir la pulpa dental y requerir un procedimiento de conducto radicular para aliviar el dolor.

Un diente o varios dientes pueden volverse sensibles incluso a una ligera presión si han sido "magullados" o traumatizados de alguna otra manera, por ejemplo, si muerdes accidentalmente un grano de palomitas de maíz. A menudo, los dientes se sienten sensibles después de una limpieza, un empaste u otro tratamiento en la clínica dental.

A veces, este tipo de sensibilidad puede durar semanas o incluso meses. En otros casos, las personas pueden causar sensibilidad dental al rechinar habitualmente los dientes o apretar fuertemente la mandíbula. Este tipo de sensibilidad a la presión no es algo de lo que preocuparse si sucede una o dos veces y desaparece en uno o dos días. El diente o los dientes simplemente necesitan tiempo para recuperarse del trauma. Es cuando la sensibilidad a la presión es persistente que debes sospechar de una rotura, una fisura o un diente cariado y debes consultarlo con tu dentista.

La sensibilidad a la temperatura generalmente significa que los dientes han sido comprometidos de alguna manera. A veces, significa que uno o más dientes están chocando demasiado pronto o con demasiada fuerza porque se han desplazado ligeramente de su posición, cambiando la forma en que se unen las superficies para formar la mordida. Estos cambios pueden ser causados por hábitos como chuparse el pulgar, o pueden ocurrir debido a cambios en la estructura ósea de uno o más dientes.

De lejos, la causa más común de sensibilidad dental a la temperatura y a los alimentos dulces o ácidos es la exposición de la dentina, el tejido endurecido que se encuentra justo debajo del esmalte del diente y que contiene fibras nerviosas microscópicas. La dentina puede quedar expuesta como resultado de la caries dental, el desgaste causado por alimentos o cepillos de dientes, o la recesión de las encías. Independientemente de la causa, los nervios expuestos hacen que los dientes sean sensibles.

Si desarrollas sensibilidad en uno o más dientes, primero consulta a tu dentista para determinar la causa. Entonces, si tu sensibilidad es causada por abrasión del esmalte o por recesión normal de las encías, prueba los siguientes remedios caseros para aliviarla.

Utiliza una pasta dental desensibilizante. Desafortunadamente, la sensibilidad generalizada de los dientes debido a la abrasión del esmalte o a la recesión de la línea de las encías no se puede tratar con empastes dentales. En su lugar, prueba cepillarte con una pasta dental desensibilizante, que puedes comprar sin receta. Estas pastas dentales especiales contienen ingredientes que disminuyen la sensibilidad al llenar los canales (llamados túbulos) en la dentina.

Prueba poner un poco de pasta dental en tu dedo o en un hisopo de algodón y extenderla sobre las áreas sensibles antes de irte a dormir. Escupe, pero no enjuagues. En unas pocas semanas, tus dientes deberían comenzar a sentirse menos sensibles.

Prueba un enjuague bucal con flúor. Los enjuagues bucales con flúor, que se pueden adquirir sin receta en la farmacia o en la sección de productos dentales de los supermercados, pueden ayudar a disminuir la sensibilidad, especialmente en personas que sufren problemas de caries. Úsalo una vez al día. Haz gárgaras con él en la boca y luego escúpelo.

A veces, las personas con dientes sensibles necesitan un enjuague o gel de flúor más fuerte que los que se encuentran sin receta. Por ejemplo, algunos tratamientos para enfermedades de las encías, como el alisado radicular (que reduce la placa), pueden dejar los dientes sensibles aún más sensibles de lo habitual. En tales situaciones, los dentistas pueden aplicar un gel de flúor que ayuda a aliviar el problema.

Mantén tus dientes limpios. La placa, la sustancia pegajosa y blanca que se forma en los dientes, produce un ácido que irrita los dientes, especialmente si tus dientes son naturalmente sensibles. Combate diariamente la placa cepillándote al menos dos veces, preferiblemente justo después de comer y especialmente antes de acostarte, y usando hilo dental al menos una vez al día.

Usa un cepillo de dientes suave. A menudo, las personas realmente causan sensibilidad dental al cepillarse con demasiada fuerza y/o usando un cepillo de dientes de cerdas duras, lo que puede dañar el esmalte protector de los dientes. Cuando la línea de las encías se retrae (a menudo como parte natural del proceso de envejecimiento), la dentina expuesta se vuelve aún más vulnerable a la abrasión del cepillo de dientes. Utiliza un cepillo con las cerdas más suaves que puedas encontrar, y aplica solo una pequeña cantidad de presión al cepillar (de hecho, una presión más ligera permite que las cerdas se muevan con mayor libertad y hagan su trabajo de manera más efectiva que cuando presionas demasiado).

Di "¡Basta!" al tabaco de mascar. Masticar tabaco, también conocido como "chimo" o "rapé", es un hábito popular en algunos grupos, especialmente entre muchos adolescentes varones. Erróneamente, creen que es menos perjudicial que fumar cigarrillos. Sin embargo, además de causar cáncer bucal, masticar tabaco hace que las encías se retraigan, lo que es una de las principales causas de la sensibilidad y la caries dental de las encías. Así como no existe un cigarrillo seguro, no existe un tabaco seguro.

Hábitos como chupar caramelos duros, aunque ciertamente son más saludables que masticar tabaco, también pueden causar abrasión del esmalte y sensibilidad dental.

Cuándo consultar a un dentista por sensibilidad dental