julio 11, 2016

La primera visita de su hijo al dentista debe ocurrir antes de su primer cumpleaños. La regla general es seis meses después de la erupción del primer diente. Llevar a su hijo al dentista a una edad temprana es la mejor manera de prevenir problemas como la caries dental, y puede ayudar a los padres a aprender cómo limpiar los dientes de su hijo e identificar sus necesidades de fluoruro. Después de todo, la caries puede ocurrir tan pronto como los dientes aparecen. Llevar a su hijo al dentista temprano a menudo lleva a una vida de buenos hábitos de cuidado oral y acostumbra a su hijo a la consulta dental, reduciendo así la ansiedad y el miedo, lo que hará que las visitas futuras sean sin estrés.

¿Cómo preparo a mi hijo y a mí mismo para la visita?

Antes de la visita, pregúntele al dentista sobre los procedimientos de la primera cita para que no haya sorpresas. Planee una estrategia para cualquier reacción que su hijo pueda exhibir, ya sea cooperativa o no cooperativa. Los niños muy pequeños pueden estar inquietos y no quedarse quietos. Hable con su hijo sobre qué esperar y genere emoción y comprensión sobre la visita próxima. Lleve a la cita cualquier registro de la historia médica completa de su hijo.

¿Qué sucederá en la primera visita?

Muchas primeras visitas no son más que introducciones para familiarizar a su hijo con el dentista y la clínica. Si su hijo está asustado, incómodo o no coopera, es posible que sea necesaria una nueva cita. La paciencia y la calma por parte de los padres y la comunicación tranquilizadora con su hijo son muy importantes en estos casos. Las visitas cortas y sucesivas tienen como objetivo desarrollar la confianza del niño en el dentista y la consulta dental, y pueden ser invaluables si su hijo necesita tratamiento posteriormente para algún problema dental.

Las citas para niños siempre deben programarse temprano en el día, cuando su hijo esté alerta y fresco. Para niños menores de 36 meses, es posible que el padre deba sentarse en la silla dental y sostener al niño durante el examen. O bien, se les puede pedir a los padres que esperen en la sala de recepción para que se establezca una relación entre su hijo y el dentista.

Si el niño coopera, la primera sesión generalmente dura entre 15 y 30 minutos y puede incluir lo siguiente, dependiendo de la edad:

- Un examen suave pero exhaustivo de los dientes, mandíbula, mordida, encías y tejidos orales para monitorear el crecimiento y desarrollo y observar cualquier área problemática.
- Si es necesario, una limpieza suave, que incluye pulir los dientes y eliminar cualquier placa, sarro o manchas.
- Radiografías.
- Una demostración sobre la limpieza adecuada en el hogar.
- Evaluación de la necesidad de fluoruro.

El dentista debería poder responder cualquier pregunta que tenga y tratar de hacer que usted y su hijo se sientan cómodos durante toda la visita. Todo el equipo dental debe proporcionar un ambiente relajado y sin amenazas para su hijo.

¿Cuándo debería ser la próxima visita?

Los niños, al igual que los adultos, deben ver al dentista cada seis meses. Algunos dentistas pueden programar visitas intermedias cada tres meses cuando el niño es muy pequeño para desarrollar un nivel de comodidad y confianza o para tratar un problema en desarrollo.

¿Cómo encuentro un buen dentista para mi hijo?

Muchos dentistas generales tratan a niños. Si el suyo no lo hace, solicite una referencia de un buen dentista en su área. Una recomendación de boca en boca de un amigo o familiar también puede obtener el nombre de un dentista de calidad.

¿Cómo puedo proteger la salud oral de mi hijo en casa?

Los padres suelen proporcionar el cuidado de higiene oral hasta que el niño sea lo suficientemente mayor como para asumir la responsabilidad personal de la rutina diaria de salud dental, que incluye el cepillado y el uso de hilo dental. Un régimen adecuado de cuidado preventivo en el hogar es importante desde el día en que su hijo nace.

- Limpie las encías de su bebé con un paño limpio y húmedo después de cada alimentación.
- Tan pronto como salgan los primeros dientes, comience a cepillarlos con un cepillo de dientes pequeño y de cerdas suaves y agua. Si está considerando usar pasta dental antes del segundo cumpleaños de su hijo, consulte primero a su dentista.
- Para evitar la caries dental por biberón y el desalineamiento de los dientes debido a la succión, trate de destetar a su hijo del pecho y del biberón antes de cumplir un año de edad, y supervise la succión excesiva de chupetes, dedos y pulgares. Nunca le dé a su hijo un biberón de leche, jugo o líquido endulzado como chupón al dormir la siesta o por la noche.
- Ayude a un niño pequeño a cepillarse por la noche, que es el momento más importante para cepillarse debido al flujo salivar más bajo y la mayor susceptibilidad a la caries. Tal vez permita que el niño se cepille los dientes primero para desarrollar confianza en sí mismo, luego el padre puede seguir para asegurarse de que toda la placa sea removida. Por lo general, a los 5 años aproximadamente, el niño puede aprender a cepillarse los dientes por sí mismo con la instrucción adecuada de los padres.
- La mejor manera de enseñar a un niño a cepillarse es dar el buen ejemplo. Permitir que su hijo lo vea cepillarse los dientes enseña la importancia de una buena higiene oral.