julio 21, 2016

Al igual que con cualquier otro procedimiento quirúrgico, hay una variedad de factores internos y externos que pueden causar complicaciones o incluso el fracaso total del tratamiento. Los implantes dentales no son una excepción. Los implantes dentales están diseñados para ser una sustitución permanente de un diente o varios dientes que faltan y son una alternativa popular a las dentaduras removibles o los puentes fijos. Anclan los dientes artificiales directamente en el hueso de la mandíbula, lo que los convierte en una restauración más funcional y estéticamente atractiva. Dicho esto, también son más caros y requieren más tiempo de tratamiento y recuperación.

Si bien el historial de procedimientos exitosos de implantes dentales es impresionante, algunos pacientes experimentan complicaciones. A continuación se mencionan algunas de las posibles causas y razones de los problemas o el fracaso de los implantes dentales. Es importante que estés al tanto de ellas antes de decidir hacerte implantes dentales o durante el período de curación después de la cirugía.

Tasas de éxito

Más del 95% de los implantes se completan sin incidentes (hasta el 98% si se les brinda el cuidado adecuado). La mayoría de los problemas que ocurren son menores y se resuelven fácilmente. Si algo sale mal, consulta a tu dentista o cirujano lo antes posible. Una respuesta rápida les permite tomar medidas correctivas antes de que tú o el implante estén amenazados por problemas adicionales más graves, por eso es importante conocer las posibles complicaciones. Otras formas de mejorar las posibilidades de éxito incluyen encontrar a un dentista con experiencia, planificar cuidadosamente el cronograma del tratamiento y seguir al pie de la letra las instrucciones de cuidado posterior e higiene oral.

Fallo en la Oseointegración (El implant se afloja o se cae)

La oseointegración es la formación de una conexión funcional y estructural directa entre el hueso de una persona y un implante artificial. Este proceso se lleva a cabo durante varios meses después de que se coloca el implante. El fracaso de un implante se atribuye generalmente a la falta de fusión adecuada del hueso de la mandíbula con el implante. Un implante se considera un fracaso si está moviéndose, se cae o muestra signos de pérdida de hueso de más de 1 mm después del primer año y más de 0.2 mm después del segundo año. Varios factores pueden causar que esto ocurra, incluyendo una colocación incorrecta, densidad o volumen óseo insuficientes, sobrecarga, daño a los tejidos circundantes, fuerza externa/impacto repentino, implantes fracturados o incluso una reacción a la anestesia. Varios de estos factores se describen a continuación.

Antes de que un implante pueda integrarse adecuadamente en el hueso de la mandíbula, debe haber una cantidad saludable de hueso presente. Para los pacientes que no tienen suficiente altura, anchura o longitud de hueso, se pueden realizar procedimientos como un levantamiento de seno o un injerto óseo para añadir espacio y masa ósea, pero esto aumenta significativamente el tiempo y el costo total del tratamiento.

Es interesante señalar que la densidad ósea debajo de los dientes que faltan disminuye con el tiempo, ya que no está siendo estimulada por las fuerzas de masticación. Los pacientes que han estado sin dientes durante meses o años a menudo requieren injertos óseos antes de poder recibir implantes.

Peri-implantitis (Infección)

La peri-implantitis, o infección, puede presentarse cuando hay presencia de bacterias durante la cirugía oral o en cualquier momento posterior a la cirugía sin una adecuada higiene dental. También puede ser causada por el cemento dental utilizado para fijar las coronas sobre los pilares, cuando éste se escapa debajo de la corona y queda atrapado en las encías.

Es una condición que involucra inflamación de las encías y/o el hueso alrededor del implante y es una de las complicaciones más comunes. Como una forma de enfermedad periodontal, la peri-implantitis puede causar pérdida de hueso y fracaso del implante. A veces se puede tratar, pero en la mayoría de los casos el implante debe ser removido. Hay casos en los que no ocurre hasta varios meses o años después de la cirugía. Los pacientes con diabetes, los fumadores, aquellos con encías delgadas y los que tienen una higiene oral deficiente tienen un mayor riesgo de desarrollar la infección. El tabaquismo en particular disminuye significativamente la tasa de éxito de un implante.

Daño a los Nervios y Tejidos

Otro problema posible pero raro es el daño a los tejidos que rodean el implante, específicamente los nervios. Cuando un implante se coloca demasiado cerca de un nervio, los pacientes pueden experimentar dolor crónico, hormigueo o adormecimiento en mejillas, encías, lengua, labios o mentón. El daño al nervio puede ser temporal o permanente y el implante podría necesitar ser removido. En casi todos los casos, este problema se debe a errores cometidos por un dentista sin experiencia.

Como en otras cirugías invasivas, se producirá cierto daño a los tejidos durante un procedimiento de implante dental. Es normal esperar cierto grado de sangrado y dolor durante un par de días después de la cirugía, pero si el dolor es extremo, el sangrado excesivo o si dura más de unos pocos días, debes comunicarte con tu dentista.

Sobrecarga

En ciertos casos, el cirujano oral puede decidir realizar una carga inmediata durante un procedimiento de implante dental. La carga inmediata es un método de tratamiento de una sola etapa en el que la corona y el pilar se colocan en el implante dental justo después de que se inserta el poste quirúrgicamente. El proceso normal consta de dos etapas y permite que el implante se integre con el hueso antes de agregar los componentes que sobresalen por encima de las encías. Los beneficios de este método, si no surgen problemas, incluyen un cuidado postoperatorio reducido, una recuperación más rápida y tiempos de tratamiento más cortos. Sin embargo, este procedimiento todo en uno puede llevar a complicaciones ya que la integración del implante es incompleta.

El término "sobrecargas" se refiere a los fracasos causados por la presión o fuerzas excesivas ejercidas sobre el pilar que sobresale y/o la corona. Estas fuerzas pueden interrumpir fácilmente el proceso de oseointegración. Los pacientes que tienen una masa ósea inadecuada pueden no ser elegibles para la carga inmediata.

Problemas Sinusales

Los senos paranasales pueden ser un desafío importante para los implantes dentales que reemplazan los dientes en la fila superior. Además de la presencia de los senos, la calidad y cantidad ósea insuficiente en la parte posterior de la mandíbula superior puede dificultar los procedimientos de implantes dentales en esta área.

Para desarrollar una base ósea sólida, un cirujano oral puede realizar un aumento del seno sinusal. Este procedimiento consiste en levantar el hueso existente hacia la cavidad del seno para crear suficiente espacio para un injerto óseo. El objetivo es crear más hueso en esa área para poder sostener un implante dental.

Sin embargo, si el implante se adentra en la cavidad del seno, el área puede infectarse o inflamarse. Una radiografía o tomografía computarizada puede detectar fácilmente este problema y luego se puede realizar una cirugía correctiva. Los pacientes deben informar a su cirujano oral sobre problemas sinusales antes del procedimiento de implante.

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Otros Riesgos y Causas de Fracaso

A continuación se mencionan otros riesgos y causas de problemas con los implantes dentales que los pacientes deben tener en cuenta.

Rechazo de cuerpo extraño: al igual que con los trasplantes de órganos, es posible que el cuerpo del paciente rechace el implante dental. En este caso, el cuerpo del paciente considera que el implante dental es un objeto extraño que no pertenece y lo expulsa.

Fallo del propio implante: aunque están hechos de metal (generalmente titanio), es posible que el poste se doble o incluso se rompa. Esto ocurre mucho menos hoy en día gracias a los avances en el diseño y los materiales de los implantes, pero aún es posible. Un implante puede agrietarse o fracturarse si está sometido a fuerzas externas excesivas. Esto podría ser un impacto repentino como un golpe en la cara o una presión excesiva durante un período de tiempo como el rechinar de los dientes o una corona desbalanceada.

Reacción alérgica: la mayoría de los implantes hoy en día están hechos de una aleación de titanio que contiene trazas de níquel. Aunque es muy raro, algunos pacientes pueden tener una reacción alérgica o inflamatoria al titanio. Los síntomas pueden variar desde picazón hasta síndrome de fatiga crónica. El único método científicamente probado para determinar si tienes una alergia al titanio y cuál es su gravedad es la prueba MELISA.

Contraindicaciones

Además, hay una serie de condiciones y factores externos que pueden ser motivo suficiente para que un dentista se abstenga de colocar implantes dentales en un paciente en particular. Hay muy pocas razones que prohibirían absolutamente la odontología de implantes, pero los siguientes puntos deben tenerse en cuenta.

• Falta de ubicación de un nervio principal en la mandíbula inferior
• Altura, anchura o longitud ósea insuficientes
• Diabetes tipo II descontrolada
• Bifosfonatos orales o intravenosos
• Bruxismo (rechinar o apretar los dientes)
• Fumar

Si bien puede parecer una lista larga de problemas desagradables, recuerda que los problemas graves son raros y las tasas de éxito son mayores al 95% siempre que encuentres a un dentista de confianza para realizar la cirugía y cuidar de tus dientes. Las visitas regulares al dentista pueden ayudar a manejar la mayoría de los problemas fácilmente gracias a la detección temprana. Dicho esto, asegúrate de comunicarte con tu dentista lo antes posible si tienes alguno de los síntomas mencionados para evitar el fracaso del implante o, al menos, evitar el desarrollo de problemas de salud más graves.

Qué hacer si un implante ha fallado

No todo está perdido si un implante dental falla. A veces es posible salvar un implante (si se busca ayuda lo suficientemente rápido) mediante la reconstrucción del hueso y tejido de las encías que lo rodean. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el implante debe ser removido y el área debe dejarse que se recupere. Se puede intentar realizar un nuevo implante una vez que el área se haya recuperado, lo cual puede llevar hasta un año o hasta que el dentista determine que el sitio es adecuado. Dependiendo de qué tan bien se recupere el área, puede ser necesario realizar un injerto óseo para proporcionar una base mejor para el implante y mejorar las posibilidades de éxito.

Si el implante falla por segunda o tercera vez, entonces es una señal de que o bien:

1. El dentista no sabe lo que está haciendo o no es capaz de completar exitosamente el procedimiento o
2. Tienes una densidad ósea insuficiente, una alergia u otra razón por la que no eres apto para los implantes

La mejor manera de determinar en qué situación te encuentras es obtener una segunda opinión honesta de otro dentista para ver si piensan que los implantes funcionarán para ti y para inspeccionar el trabajo que hizo el otro dentista.

En el primer caso, hay dos cursos principales de acción:

• Solicitar un reembolso parcial o total y comenzar a buscar un nuevo dentista.
• Consultar a un profesional legal para determinar si tienes fundamentos para demandar por negligencia o mala praxis.

Si caes en la segunda categoría (tu eres la causa del problema), tu dentista debería ser honesto contigo y sugerirte otras soluciones de restauración dental, como dentaduras postizas o puentes, ya que los implantes probablemente nunca funcionarán.

En cualquier caso, los dentistas más respetables te reembolsarán por los implantes fallidos o te ofrecerán crédito para una restauración alternativa. Sin embargo, al final del día, la responsabilidad de tu dentista depende de lo que se establezca en tu acuerdo.

dentalimplantcostguide.com